Hace unas semanas, la noticia de la muerte de una niña en Orán se abordó hasta en medios nacionales como maltrato infantil, y si bien a todas luces lo es, ¿qué sucede cuando es la consecuencia de la ausencia estatal en salud mental?.
La niña de tan solo dos años había quedado sola más de 24 horas; su madre se había ido el viernes a media mañana, y cuando regresó la tarde del sábado la encontró muerta. La autopsia dio como resultado asfixia por muerte mecánica, y se supo que había muerto al quedar aprisionada entre unos barrotes. Pero al conocerse diferentes testimonios, a la primera situación de maltrato infantil, la pobreza y la salud mental comenzaron a dar señales de que se trataba de una situación mucho más compleja, en la que influyeron diferentes factores para terminar en una trágica y evitable consecuencia como la muerte de una niña.
Vecinas aseguraron que la mujer tenía problemas «psicológicos», que se ausentaba constantemente de su casa dejando sola a la niña y se abstraía en una plaza leyendo un libro. Los hechos sucedieron en el humilde barrio 4 de Junio. En Orán, la atención de salud mental es nula para quién no tiene los recursos, por eso mismo los asesores de Incapaces de Orán, Gladys Reynoso y Cristian Babicz presentaron un amparo colectivo el año pasado y la jueza de Familia N°2 de Orán, Ana María Carriquiry ordenó al gobierno provincial que presentara un plan de Salud Mental. En ese marco, Gladys Laime, por entonces gerenta del hospital de Orán indicó que para la población de 140 mil habitantes, se necesitaban «al menos» 14 psicólogos y tres psiquiatras. Sin embargo, en la ciudad cabecera del norte había un solo psiquiatra, una psicóloga y dos licenciadas con contratos de algunas hora semanales. Finalmente el estado presentó un plan que tiene que cumplir «progresivamente».
La salud mental se puso bajo la lupa en la propia capital provincial, con el abandono del principal hospital para la problemática: Miguel Ragone. Incluso la propia Secretaria de Salud Mental, Irma Silvia, indicó que tienen un presupuesto menor al 1%, mientras que la ley 26.657 de salud mental manda que sea el 1% del presupuesto destinado a la cartera.
Policía ineficiente
Los vecinos además advirtieron que los llamados a la policía por una niña que lloraba día y noche fueron constantes, incluso durante el mismo día del fatal desenlace. Sin embargo, la policía no actuó. Carina Iradi, Secretaria de Primera Infancia Niñez y Familia señaló en medios locales no haber estado en conocimiento del caso. Además advirtió que, de conocerse un niño, niña o adolescente en peligro, los organismo estatales deben dar aviso a la justicia o la Secretaría para poder intervenir. También señaló la necesaria integración de la actuación de los diferentes funcionarios estatales para poder proteger a las infancias, e indicó en este sentido que, en el caso de que alguien trate a una persona con problemas psicológicos o psiquiátricos, indague sobre su vida y si tiene infancias o adolescencias a su cargo.
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